viernes, 23 de abril de 2010

Como un árbol de Jacaranda

Aquí estoy de nuevo, esta vez con un escrito que se me ocurrió en mi camino de regreso a casa cuando iba a la parada del camión y las flores de los árboles caían alrededor.

Todos somos como un árbol de jacaranda
con ramas altas como metas,
con ramas bajas como fracasos,
y en cada una de esas ramas...
hay sueños, ilusiones y deseos como flores.
Hay una época en la que sus ramas,
están llenas de esas pequeñas flores moradas
que si miras al árbol te soprenderá con su belleza.
La belleza de la persona llena de vida y esperanzas.
Sin embargo hay otras en que una a una,
las flores vuelan en dirección al piso.
Las ramas se van quedando vacías,
como un corazón pierde las ilusiones.
De esas flores, algunas son pisadas, maltratadas.
Otras se van con el viento y son olvidadas.
Así las personas olvidan los sueños que querían seguir,
olvidan sus metas...
Al final los árboles ya no tienen hojas que enseñar,
pero no por eso ya no son bellos.
Las personas pueden perder sus metas, sus sueños y sus ilusiones,
sentirse solos, olvidados, confusos o perdidos ...
pero no por eso, deben abandonar la vida.
Por que al final, al llegar otra temporada
nuevas flores aparecen en las ramas del árbol,
Nuevas metas son planteadas, nuevos sueños son soñados.
Y aunque este ciclo se repita, las flores se caigan,
las esperanzas se rompan,
nacerán otras una y otra vez, y en algún momento,
alguna, una de mil intentos deberá perdurar.

Con un intento de pensamiento intenté explicarme, pero no estoy segura de que esté claro así que lo explicaré jaja. Bueno, en lo que intenté escribir, dice que las ramas altas de un árbol son las metas que nosotros nos proponemos y las ramas bajas los fracasos que hemos tenido en la vida. Las flores en cada una de las ramas son nuestros sueños, metas, ilusiones y deseos que tenemos, que pensamos y que queremos lograr. Con el tiempo esas pequeñas florecitas se van cayendo de los árboles, una tras otra y llegan al piso de donde no son recogidas, se las lleva el viento, la gente las pisa... así sucede con nosotros, un día podemos despertarnos y dejar a un lado nuestras metas, ideales, dejamos de creer; o sucede algo que nos rompe la ilusión, hay personas que pueden destruir nuestros sueños ya sea con acciones o con palabras que nos hieren. Pero por cada flor tirada, por cada sueño roto, por cada ilusión olvidada, por cada meta abandonada... viene otra con el tiempo, si no es que muchas más. El árbol de jacaranda regresa a su frondoso color morado, nuestra vida regresa a su estado de esperanza. Y aunque caigamos una y otra vez, nos hemos de levantar y florecer como los árboles hacen al recuperar sus flores.

Ana

1 comentario:

It's sad... To feel that you don't fit where you are. In the group where you are and you rather hide somewhere else where you fee...